Ruptura religiosa: Reforma y Contrarreforma
El mundo anterior a la Reforma
Se produjo un conflicto entre
el deber ser de la Iglesia y la práctica misma de la fe. Se desarrollaron
miradas críticas a la Iglesia institucional del Vaticano. El Papa León X para
cubrir los gastos impuso las llamadas indulgencias mecanismo mediante el
cual el Papa entregaba al creyente gracia y perdón de sus pecados cambio de una
cantidad de dinero determinada.
La Reforma de Lutero
Luego de la muerte de Lutero los
protestantes se hicieron más extremistas Juan Calvino, se convirtió en el más
intransigente de los luteranos, creando el calvinismo, que perseguía a todos
aquellos que no compartieran sus ideas. El calvinismo se caracterizó por
sostener la predestinación. Dios todo lo sabe, sabe quién se salva y quién no,
de manera que sus obras no son importantes. Quien está predestinado a
condenarse, se condenará.
Enrique VIII deseaba crear una
Iglesia nacional, por lo que rompió sus relaciones de dependencia con respecto
al Vaticano. En 1534 se publicó el acta de primacía por medio de la cual el rey
se convertía en la única autoridad de la Iglesia Nacional.
La Contrarreforma
El espíritu de la
Contrarreforma se extendió especialmente en España e Italia, donde el
catolicismo resultó apoyado por el Estado monárquico, cuando este unió filas en
torno al Vaticano. En Trento, en mayo de 1545 se señala a la Biblia como texto
único y oficial de la Iglesia, se concretan y definen los Sacramentos y se
organizan obispados y parroquias, así como los centros de formación para los
futuros sacerdotes, llamados seminarios.
Las disposiciones generales
del Concilio de Trento fueron recopiladas en un sumario escrito: Profesión de
la Fe Tridentina. El Concilio de Trento significó el fracaso de
una política de conciliación entre católicos y protestantes.
El misticismo que suponía la
proximidad a la divinidad a través de la imaginación y de la meditación.
El movimiento reconquistador
del terreno ganado por los protestantes con la fundación de la orden de los
Jesuitas por Ignacio de Loyola
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